Mientras somos la tierra

 


                                                                (disponible en lalibredebarrio@gmail.com)     


Este minuto de silencio

es para ser la vida sin pensarla,

para ser el paisaje, ser la luz del paisaje.

Ser el aire.


Este minuto de silencio es la fractura

del tiempo en que vivimos,

mientras somos la tierra, la montaña,

los bosques, la ladera,

la mirada radiante

de una naturaleza sin pasado       


                                ..........      

En las fotografías,

el muchacho que fuiste le sonríe

a la joven mujer que yo era entonces.

En las fotografías, quienes fuimos sostienen

enlazados su mundo de dudas y certezas,

y un presente que amaban infinito.

 

En las fotografías, nosotros

y el pasado.

 

                                      En la flecha del tiempo

                               ..........                            

Saber que el tiempo es una resta

que el corazón no siente.

Reconocer sobre la piel su paso

sin percibir el lento crecimiento

de los surcos.

Esperar el declive

sin advertir cuándo sucede,

cómo está sucediendo.



En la memoria, el barrio de la infancia

donde tú ya no estás,

ni están quienes amamos

cuando el tiempo era inmenso

y se extendía

más allá del espacio.

 

Barrio lejano y nuestro, tuyo y mío,

envejecido ahora y despoblado

de rostros y figuras familiares

en los primeros años de la vida.

 

Volver a los albores,

claridad inicial de los anocheceres.

 

                              Memoria 1. El hermano

                               ..........


Para tu desconcierto, la invisible

cadencia de lo amado,

la ternura y sus redes,

el deseo de estar, la decidida

inclinación secreta a seguir siendo

nosotros

todo lo que la vida nos permita.

 

                               ..........

Porque la culpa nos persigue siempre

como si nos amase, desde dentro,

y su amor nos desvela, y su ansiedad nos llueve

en la tierra del pecho que siempre la recuerda.

 

Porque no supe acompañarte entonces

-tardes equivocadas, ojos ciegos-

sigo a veces perdiendo la partida

en laberintos hechos de acasos y quizás.

 

Porque la culpa nos persigue siempre

como si nos amase. Y no sabemos

abandonar su abrazo ni rendirnos.

 

                                   Memoria 3. Errata

                               ..........


Tarea de los días es detenerse para saber que pasan,

asomarse a la vida como a un puente

y ver cómo transcurre el agua de las horas,

sentirse en la corriente y en la orilla.

No permitir que mueran sin haberlos mirado

con la atenta demora del amante,

doliente o jubiloso, hacia lo amado.

                               ..........


Por el hombre las piedras

firmemente ensambladas.

Por la Naturaleza la leve

semilla que germina, el crecimiento

tenaz y lento de la planta.

Para tus ojos,

la delicada armonía de líneas y colores.

Para tu  corazón, esa promesa de la vida

capaz de ser, fértil y grácil,

entre las áridas hendiduras del granito.

 

                               ..........

Alguien susurra en un despacho.

Alguien estudia cómo.

Alguien diseña.

La guerra del futuro ha comenzado,

y nadie

cree que será posible.

Quien susurra no sentirá los golpes,

ni el final de una forma

vivible de la paz.

Quien prepara el proceso

no quedará indefenso, quien diseña

guardará su refugio.

 

                              Las guerras del presente


                               ..........



En la luz de los chopos en otoño,

en la antigua belleza de las rocas,

en los altos senderos de las hoces,

en las suaves riberas de los ríos,

entre el ocre y el oro,

las voces  de mi infancia,

murmullo de la fuente  hecha de un agua

de ausencias y recuerdos.

 

Todavía,

la mano de mi padre en el camino

y su mirada azul.

 

 

                                      Memoria 5. Cuenca, tanto tiempo después.

                                ..........


Primero se construyeron casas,

edificios de pisos apiñados.

Poco a poco el asfalto y las aceras,

poco a poco los árboles,  

poco a poco  parterres

jugando a ser jardines,

plazas.

 

Luego vinieron tiendas,

oficinas urbanas,

sucursales de bancos y servicios.

Los colegios después,

en las fronteras

con la tierra  y los barrios

que crecieron

alejados del centro originario.

 Ciudades dormitorio que quisieron

convertirse en hogares,

gentes que dejaron el campo

para buscar trabajo

y pelearon

los centros de salud, y los transportes.

 Gentes

que dejaron guardado el corazón

allí, donde nacieron.

 

                             Periferias 2

                               ..........

La muerte es para siempre:

alguien cruza la calle  mientras alguien

descontrola al volante o, simplemente,

se vuelve hacia otro lado.

Una mujer fallece asesinada

por el hombre

que alguna vez amó.

Una joven, un joven, naufraga en la patera

mientras busca la vida.

Un niño

rinde su cuerpo al hambre,

una pequeña pierde

su lucha con la sed.

 

Y lo que pudo ser

 deja de ser posible,

y una vida se borra,

y un futuro se cierra.

                               ..........


Saber que ya no hay prisa

porque no queda tiempo,

que nada nos obliga

porque ha sido resuelto

o perdonado

lo que estaba pendiente,

y solo queda

perseverar en lo importante:

no hacer daño,

conservar el amor,

cuidar de la amistad y de la tierra,

sostener con firmeza

la dignidad y la mirada.

No sufrir ,si es posible,

y legar a los hijos

el sagrado mandato

de cuidar y cuidarse  

en nuestro nombre.

 

                               ..........

En el monte del tiempo sólo es posible siempre

seguir hacia adelante, subir, seguir subiendo,

el vacío a los lados,lo imposible detrás,

el vértigo en el pecho si miras hacia el valle.

 

En el monte del tiempo tiene el camino escrita

su propia duración, la distancia que pueden

tus pasos recorrer.

 Que te sea más corto que tu aliento,

que llene tu mirada de paisajes,

que alguien te de la mano para andarlo,

que nunca te arrepientas.

Aunque duela.



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