Los desastres de la guerra. Goya.
Llega un otoño blanco y sucio,
confinado en el
hambre de los muchos,
en la herida del
hambre,
en la ansiedad del
hambre.
Llega un otoño sin
abrigo,
un otoño sin alma,
un otoño sin techo.
Llega un otoño blanco y duro,
hecho de soledad y
de miseria,
de búsquedas de
olvido,
de padres y
muchachos olvidados,
de madres y
muchachas olvidadas.
Llega un otoño
blanco y pantanoso
que anegará la
infancia de los muchos
y romperá el futuro
con la sed insaciable
de los pocos.