lunes, 14 de mayo de 2018

Pero la sangre sigue siendo roja. Carlos Álvarez.





Pero el mar es un río sin memoria,
y si tiene la euforia del borracho
carece de esa  íntima tristeza,
donde se reconoce el yo pequeño
singular, entrañable,siempre humano,
donde alienta la propia certidumbre,
que nos permite estar. Por la que somos.

La voz de Carlos Álvarez, poeta, luchador infatigable pese a las cárceles franquistas, pese al exilio, pese a las desesperanzas y las decepciones.  Todo aquello que luego, en las lecturas postmodernas de la historia de España, fue tan sólo un malentendido. "...que fue un error el hierro entre las ingles/el látigo de fuego en los hijares/ la corona en la frente acobardada./Fue sólo la costumbre de una época/una simple cuestión de perspectiva.../Todo estaba al alcance de la mano:/no sólo la tortura,no el silencio, /no la lágrima sólo, no la muerte./

Pero la sangre sigue siendo roja