Natividad. Georges de La Tour
Mi amiga viene de sostener la vida
mirándole a los ojos a la gente
que el viento de esta crisis
ha dejado desnuda.
Me dice que escriba este poema,
un poema de la no Navidad,
un poema del vértigo, del frío
que la intemperie sopla sobre el rostro
de quienes se atrevieron a mirarla.
Guardo silencio, pienso
en los nombres de las mujeres solas,
en los nombres de los hombres inermes,
en los nombres de quienes siguen intentando
frente al final de lo posible
proteger a sus hijos de la herida.
Un poema de la no Navidad
tiene que hablar de aquellos y de aquellas
de cuyas vidas rotas
regresamos ahora,
tantos meses después,
sin alegría.
Un poema de la no Navidad
que hable de la trinchera sostenida
contra el hambre y el frío,
de quienes la han cavado, defendido,
de su insomnio y su pena,
monedas de la escucha, pago
de saber que nos atañe siempre
todo el dolor del mundo